TU MARCA, TU LEGADO: EL PRIMER PASO HACIA EL ÉXITO EMPRESARIAL
- LIC. CUITLAHUAC CALDERON
- 7 may
- 4 Min. de lectura

Imagina que tu negocio cuenta con un sello inconfundible que lo distingue de los demás, respaldando su valor y exclusividad, pero ¿Qué es eso que lo distingue? Bueno, pues eso que lo distingue, es la “marca”. El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) define una marca como todo signo visible que permite distinguir e individualizar un producto o servicio de otros similares en el mercado, mismo que puede incluir palabras, logotipos, imágenes, combinaciones de colores, formas o incluso diseños tridimensionales, por lo que, la marca se convierte en un activo intangible que no solo protege la identidad comercial, sino que también respalda la exclusividad de su uso a nivel nacional y en ocasiones, internacional.
Una vez definido lo anterior, resulta pertinente mencionar que existen variantes en las marcas, es decir, el IMPI contempla diferentes tipos de marcas, que se pueden clasificar en:
Marcas Tradicionales: Aquellas que se forman por palabras, logotipos o combinaciones de ambos, y son las más comunes para distinguir productos o servicios.
Marcas No Tradicionales: Incluyen:
Marcas Holográficas: Imágenes ópticas que cambian de color al ser observadas desde diferentes ángulos.
Marcas Sonoras: Sonidos que se pueden representar mediante pentagramas o fonogramas y distinguen productos o servicios.
Marcas Olfativas: Aromas distintivos que permiten identificar un producto o servicio.
Marcas Tridimensionales: Formas o empaques que confieren una apariencia única al producto.
· Marcas Colectivas y de Certificación: Diseñadas para ser utilizadas por miembros de una asociación o para certificar características específicas de un producto o servicio.
Posteriormente, resulta fundamental determinar la clase o clases en las que se inscribe tu marca, esto se debe a que la protección otorgada por el registro se aplica específicamente a los productos o servicios que pertenecen a una determinada clase, según la Clasificación Internacional de Niza.
Esta clasificación divide todos los productos y servicios en 45 clases:
Clases 1 a 34: Se destinan a productos, abarcando desde productos químicos y farmacéuticos hasta maquinaria, artículos de moda y alimentos.
Clases 35 a 45: Están orientadas a servicios, incluyendo publicidad, servicios financieros, servicios de educación, entre otros.
Entonces, una vez identificado en qué clase o clases se encuentra tu producto o servicio, garantizas que el registro de tu marca cubra el ámbito correcto, lo que facilita su protección legal y evita conflictos con marcas de ámbitos similares, por lo que, herramientas como ClasNiza te permiten buscar y confirmar la clase a la que corresponde tu producto o servicio, haciendo el proceso de registro más preciso y eficiente.
Esta correcta clasificación es crucial, ya que te permite delimitar claramente el alcance de la protección de tu marca y asegurar que ésta no entre en conflicto con marcas ya existentes en la misma clase.
Ahora bien, una vez definido lo anterior ¿Cuáles son los requisitos para el registro de tu marca? Para que una marca pueda ser registrada ante el IMPI, se deben cumplir ciertos requisitos fundamentales:
Originalidad y Distintividad: La marca debe ser única y no similar a otras ya registradas, evitando confusiones en el mercado.
No Descriptividad: No debe ser meramente descriptiva de los productos o servicios que identifica, ya que esto podría limitar su capacidad para distinguirse.
Documentación Soporte: Es necesario presentar la solicitud mediante el formato oficial (por ejemplo, el formulario IMPI-00-001-A) y adjuntar los documentos requeridos, como comprobante de pago, hoja complementaria con los datos generales, y en su caso, la acreditación de personalidad del mandatario.
Requisitos Formales Adicionales: En ciertos casos, si la marca se presenta en idioma distinto al español o es solicitada por más de un titular, se requerirá la traducción, legalización o apostilla de los documentos, así como la presentación de las hojas adicionales correspondientes.
Consecuentemente, el trámite de registro se puede realizar de manera presencial o en línea, llevando a cabo los pasos siguientes:
Consulta de Disponibilidad: Antes de presentar la solicitud, es recomendable buscar en el Acervo de Marcas o a través de herramientas como MARCANET para asegurarse de que la marca no esté ya registrada.
Registro en "Tu Cuenta PASE": Para iniciar el trámite en línea, es necesario contar con una cuenta en el portal de servicios electrónicos del IMPI.
Llenado de la Solicitud: Se debe completar el formulario oficial, proporcionando la información detallada sobre la marca, el producto o servicio que representa y el giro comercial correspondiente.
Adjuntar Documentos: Se anexan los documentos requeridos (comprobante de pago, hojas complementarias, etc.) en formato PDF.
Pago de Tarifas: Se realiza el pago mediante línea de captura, tarjeta de crédito o transferencia electrónica.
Firma y Envío: Finalmente, se firma la solicitud utilizando la CURP o la e.firma, y se envía la solicitud, la cual se puede dar seguimiento a través del tablero electrónico de "Marca en Línea".
Resolución y Publicación: Una vez revisada y aprobada la solicitud, el IMPI publica la marca en la Gaceta de la Propiedad Industrial y otorga el Título de Registro, que tiene una vigencia de 10 años, renovables.
¿Realmente vale la pena registrar tu marca ante el IMPI? La respuesta es un rotundo sí, es decir, registrar tu marca no solo te otorga protección legal exclusiva, sino que también fortalece la identidad de tu negocio y abre un abanico de oportunidades comerciales. Aquí las razones más destacadas:
Valor Comercial: Una marca registrada se convierte en un activo intangible que puede ser licenciado o franquiciado, abriendo oportunidades para generar ingresos adicionales.
Identidad y Confianza: La marca es el sello de identidad de una empresa; su registro fortalece la imagen y la reputación, generando confianza en los consumidores y diferenciando la oferta en un mercado competitivo.
Prevención de Conflictos: Al contar con un registro, se reduce el riesgo de conflictos con terceros, ya que se establece de manera oficial la titularidad y el alcance de la protección.
Internacionalización: El registro nacional es el primer paso para extender la protección a otros países, mediante mecanismos internacionales.
En definitiva, el registro de una marca ante el IMPI no solo es un requisito legal, sino una inversión estratégica para cualquier empresa o emprendedor, ya que, protege el símbolo de identidad que distingue tus productos o servicios, añade valor a tu negocio y te brinda los medios legales para defenderlo en un mercado cada vez más competitivo, esto a través de un proceso que puede realizarse tanto en línea como de manera presencial, y con diferentes opciones que se adaptan a las necesidades específicas, por lo que, registrar tu marca es el primer paso para consolidar una identidad sólida y garantizar el crecimiento sostenible de tu emprendimiento.
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